OFICINA DEL OBISPO

16 de marzo de 2020

Que la gracia y la paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo esté con todos ustedes.

En los últimos días y semanas, personas de todo el mundo y ahora de nuestras propias comunidades están aprendiendo sobre virus y salud comunitaria. Al igual que muchos otros grupos y organizaciones que se reúnen y se congregan regularmente, a las iglesias se les ha pedido que enfrenten los desafíos que se nos presentan. Tengan la seguridad que sus sacerdotes y yo estamos trabajando duro para tomar decisiones responsables sobre la satisfacción de las necesidades pastorales y espirituales de los fieles mientras ejercemos prudencia. Para que comprendan mejor, me gustaría compartir con ustedes los criterios que guían nuestro proceso de toma de decisiones con respecto a las disposiciones sobre el brote del Coronavirus Covid-19 para las próximas semanas.

Como pastores, nuestro papel principal es satisfacer las necesidades espirituales y pastorales de los fieles. Adicionalmente, como miembros de la comunidad, estamos comprometidos a participar en una respuesta comunitaria más amplia. Estas preocupaciones han guiado mi decisión de dispensar de la obligación de asistencia a la Misa dominical, así como de cancelar o restringir todos los demás eventos litúrgicos y reuniones, de acuerdo con los CDC y las pautas del gobierno estatal, al mismo tiempo que permití a los sacerdotes locales satisfacer las necesidades de sus feligreses dentro de estos parámetros.

Entendemos que estas y otras medidas similares son temporales y de ninguna manera minimizan la importancia de los sacramentos en la vida de los fieles. Es a la vez razonable y responsable cumplir con estas pautas temporales de los CDC. Debido a que estos sacrificios espirituales temporales están orientados hacia la salud y el bienestar de las personas físicamente débiles y vulnerables, también son una respuesta al mandato de Nuestro Señor de amar a nuestro prójimo. Sin una respuesta de la comunidad, nuestra familia, amigos y vecinos vulnerables se verían gravemente afectados. Por lo tanto, como diócesis continuaremos siguiendo las pautas de los CDC. Por favor, consulte con su parroquia local sobre cómo se han visto afectados sus horarios y operaciones.

Además de hacer sacrificios espirituales, incluso en desafíos como este hay oportunidades espirituales. Les recomiendo que aprovechemos esta oportunidad para identificarnos con aquellos en todo el mundo que no tienen acceso regular a la vida sacramental completa de la Iglesia. Podemos crear más espacio en casa y en nuestra vida diaria para la oración y devoción familiar. Podemos reflexionar acerca de las cosas que realmente importan y obtener un mayor sentido de perspectiva y del verdadero significado de la vida. Podemos mirar más allá de nosotros mismos y preguntarnos cómo podemos ayudar a los demás. Podemos reflexionar sobre la interrelación de nuestras vidas con la comunidad en general. Podemos enfocar nuestra mirada en Cristo, quien trae la verdadera sanación. En resumen, a través de nuestra experiencia a lo largo de la historia y tal como se refleja una y otra vez en las Sagradas Escrituras, Dios ofrece a su pueblo profundas
lecciones en las circunstancias más difíciles.

Ustedes y sus familias están presentes en mis oraciones. A medida que se acerca la Pascua, espero celebrar la esperanza que trae Cristo con nuestros corazones renovados.

Sinceramente vuestro en Cristo,

Reverendísimo Peter J. Jugis
Obispo de Charlotte